Recuerdo también que mientras yo me envolvía en un traje femeninamente principesco- porque a mi tío favorito de jupach, se le ocurrió que su niña favorita (o sea yo) debía ser la Jasmín, que con el Aladín "volaran" en la famosa alfombra voladora- mi hermano se vistió de principito. Encontré que comparándome con él, no me veía tan ridícula. Es que por la cresta que se veía terriblemente divertido. Y creo que muchos de los espectadores que admiraban los diversos musicales de esa noche, pensaron igual que yo. Andaba con toda la de la edad del pavo. Física y psicológicamente. A veces creo que no se le quita, y a mí aún no todavía. Creo.
De todas maneras, los acontecimientos de la edad del pavo, son demasiado sublimes y quedarán pintados en mi retina como si fuera ayer. Soy bien pava a veces. Pero nunca he soñado con ser el principito. Sin embargo a veces me pongo en situaciones planetarias, en donde los bao- bats me dan el descanso para disfrutar de un delicioso cigarro.
No me sorprende que me haya sacado un 4,0 en esa prueba. A la primera no pude entender a Antoine de Saint-Exupery, sin embargo recién hoy comprendo en su plenitud la típica frase: Sólo se ve bien con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos . Y considero que será mi arma de ahora en adelante. Cuidado!
0 comentarios:
Opinar es gratis :)
suspiró