Medio rasguño de mi corazón indie y mi maldito sobrevivir, porque en mi se cruzaron los edificios en el proyecto de crear un micro clima bonito y rockerón. Una aldea hipposa, al borde del libre mercado, en la utopía rutinaria del laburo sin patrón, de la pega sin marcar tarjeta, ni usar terno ni corbata, vivir sólo con lo puesto como uniforme libre de un payaseo laboral.
Somos así de libres y esparcimos nuestro zigzageante mirar por los viaductos de la urbe descontrolada, proponiendo un paréntesis o una ruptura a la lógica de nuestro tedioso motor alocado que desato utopías cobardes y sueños de un futuro en donde yo sería capaz de seguirte por tus desvíos, por tus tocatas donde cada minuto de tu agitado rockandroll equivale a un minuto de silencio, a la matemática fría de la estrategia pensante, a una mala bala, un ruido confuso de cintas magnéticas entrecruzadas, un arcoiris sin olla con oro al final y que mas da, él es mucho más complicado que entender este texto, pero a mi me asusta la comodidad, mi vida es la urgencia.
PD: EL PISCO DE 45° A VECES SUELE DEJAR POCO LÚCIDAS A LAS PERSONAS.
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suspiró