Go for Chile!

Hoy recordé esos clásicos cassets de Go for Chile, para la materia de inglés en la media. Eran choros, a final de año se supone había que devolverlos, pero yo me los dejaba, para grabar los mejores (para mí) y antiguos (para los demás) hits de la radio. Al final, mi cajita de esos prehistóricos cassets quedó entrastada quien sabe dónde. Ya que con mi gran hazaña de negociante, al deshacerme de mi personal stéreo (ese que tanta envidia causaba cuando era muy teenager entre mis compañeros del cole y mis vecinas antipáticas) murieron todos mis sueños casseteros y junto a eso, todo el desgate de papel usado para insistir y reutilizar los desgastados cassetes. 
Una pena, ni te imaginas, le insistí hoy a mi Ñando, mi perro amigo guardián. Lástima que no todos se deshagan de las cosas de antaño, y las miren una y otra, y otra vez... Haciendo que las heridas no cicatricen correctamente. Y que ante el menor roce, se abran, derramando sangrienta y dolorosamente la música de tan antiguos tiempos. Me gusta, aún así, la música antigua, esa que quedó de legado por músicos muertos y también esa que dedicaron amoríos de tiempos vivos pero ahora pseudo muertos. En todo caso, el que busca siempre encuentra, y considero que si me pongo a intrusear  entre mis trastos viejos, además de encontrar muñecas sin cabeza, ni piernas, ni brazos, quizá encuentre un Go for Chile, no aprenderé tanto inglés, pero demás y me pongo a llorar con algún temita bonachón.