No estoy arrepentida, no estoy enojada, sí estoy confundida, sí estoy embobada, no estoy acá, mi mente se quedó bajo el agua y raramente si dios tuviera celular lo llamaría para darle las gracias por todo lo que ha pasado estos días. Y como nunca he peinado la muñeca , tal como antaño, dónde simulaba jugar como las niñas de mi edad, con barbies güeonas mientras ansiaba los autos de mi hermano. 
Claro que hoy, me abstengo de anhelar güeás, y me dedico a lo mío. Vivir lo que, gracias al buen Karma* me tocó.

:)