Música ♡

martes, 26 de enero de 2010


Una vez me enamoré y perdí la cabeza. Fue eufórico, desorbitante y magnánimo. Creo que nunca he vuelto a sentir esa raza de mariposas en el estómago. Creo que la razón nunca se volvió a manifestar. Creo que sería tiempo de boicotear las mimadas escenas subconscientes de antaño. Más aún hoy. 
No sé si quiera volver a verte. Estupidez. Madurez quizás, nunca había dicho algo tan clara y raudamente. Eran caballos salvajes corriendo por mi boca. Mi lengua se secaba con cada beso, se apagaba en el brillo de tus ojos, caducaba el perfume de tus ropas. Stop. La situación se torna distante, de la mano caminan sin decir palabra. Luego de “hacer el amor” frase tan mal usada, y tan adulada a la vez. Llantos, séquito de brevedad, etc. Malena canta el tango. Y que siga cantando, quizá arregle la escena. Cosas pasan en mi, que en ti, no. Entonces, búscame  cuando puedas y obvio; cuando quieras. En cada esquina, en cada bar. Estaré ahí;  porque quiero ser y quiero estar  para ti. Pamplinas, piensa. Diestra, inteligente y poco ruda, se dispone a llorar y sus lágrimas son secadas por el lateral de un dedo. Poco aplicado. Pierde el tiempo, en señoritas cuyo corazón pertenece a un cruel y burlón güeón. Quizás, sí, esa sea la cruda verdad. Quizás no, y su corazón esconda otras heridas que no atañen a esta cuestión.

0 comentarios:

Opinar es gratis :)

suspiró